El automovilismo virtual o simracing (simulated racing) es una nueva práctica de deporte-ocio surgida en los últimos años gracias al desarrollo de los simuladores de conducción que consiste en la utilización de puestos acoplados entre sí, generalmente a través de Internet, de modo que los pilotos virtuales están conectados en red y comparten un trazado virtual único en tiempo real. La utilización de software de simulación cada vez más realistas junto con dispositivos de control similares a los de un vehículo auténtico (conjunto de volante-pedales altamente precisos y con fuerza de respuesta) hace de las carreras virtuales una práctica cada vez más tecnificada.En Europa las competiciones de simracing están difuminadas en cientos de ligas y campeonatos que los mismos aficionados organizan y mantienen. En la práctica totalidad de los casos las inscripciones y comunicaciones se realizan en una página web o foro. Estos campeonatos son realizados, en la inmensa mayoría de los casos, de forma altruista y amateur.
Podríamos afirmar que la principal diferencia entre un videojuego de carreras y un simulador es la complejidad y el grado de similitud con la realidad de los parámetros físicos que se tienen en cuenta. El increíble desarrollo del software y del hardware se manifiesta en distintos aspectos como:
Parámetros físicos de la simulación
Todas las variables utilizadas para calcular el comportamiento del vehículo, así como los efectos de distintas situaciones, son utilizadas unidades de medida reales. En el simulador rFactor el piloto ha de trabajar el setup del coche, pudiendo variar hasta 94 parámetros, desde la carga de combustible o la presión de cada neumático, hasta la inclinación del difusor o la altura de los topes de barras estabilizadoras y muelles. Cada pequeño cambio en la configuración elegida afecta a las físicas de la simulación y se manifiesta en un distinto comportamiento (y rendimiento) sobre el asfalto virtual.
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